Vale, siguiente nivel. Si una isla se te queda pequeña y un barco te parece demasiado lento, tú lo que quieres es un avión privado. Normalmente se trata de jets –pequeños y lujosos aviones con pocas plazas– que o son de propiedad o se alquilan a distintas compañías. Hoy no vamos a hacer un ranking o un listado con diferentes aviones privados según el equipamiento con el que cuentan, porque aquí no hay color.
Cuando un príncipe saudí decide que quiere tener su avión privado compra un Boeing 747 y es feliz. Pero cuando Airbus construye el avión más grande del mundo, el A-380, la cosa no puede quedar ahí. Así que, ni corto ni perezoso, su Alteza Real el Príncipe Al-Waleed bin Talal bin Abdul Aziz Al-Saud, llamó a la compañía y compró uno de estos monstruos del aire para él.
El avión privado A-380 del príncipe Al-Waleed
Los A-380 tienen dos plantas y unos 550 metros cuadrados entre ellas. Si eres el único pasajero, o casi, se puede decir que viajas en tu palacio privado. Si habéis visto las pequeñas cabinas privadas que las compañías aéreas ofrecen en sus categorías de business os podéis imaginar que la cosa tiene que ser superlativa. Para empezar, aquí no hay “cabinas privadas” aquí hay habitaciones, concretamente unas veinte todas con sus baños privados.
Si un yate tiene un gimnasio, ¿por qué no lo iba a tener un avión? Ya de puestos, lo complementamos con un jacuzzi y un cine, que después del ejercicio uno se relaja viendo una película. Y una sala de oración en la que siempre se sabe dónde está la Meca.
Si en el SuRi había motos de agua, submarino y hasta un hidroavión en la bodega, el jet privado del príncipe tiene espacio para dos Rolls Royce en su garaje –tendrá que dejar en su palacio los otros 300 o más coches de lujo que posee, entre ellos un Mercedes SL 600 cubierto completamente de diamantes, valorado en 4,8 millones de dólares–.
Oro en el aire
Por si no quedaba claro que el dueño de semejante avión sin el logo de una compañía aérea debe ser rico, su alteza decidió que había que darle un baño de oro al exterior del fuselaje… Entre unas cosas y otras, hay unos 200 kilos de oro en el aparato entre estatuas, grifería y baño exterior.
Por si os lo estáis preguntando… sí, también planea tener el yate privado más grande del mundo, el Azzam con unos 180 metros de eslora y un valor de más de 650 millones de dólares.
El jet privado del príncipe es todo un capricho por la módica cantidad de unos 500 millones de dólares. ¿Te animas?