Sudar es beneficioso para la salud, ¿por qué? Se liberan toxinas y se activa la circulación sanguíneas. Pero, en muchos casos, también es parte de la cultura del país… Hoy viajamos por el mundo a los sitios donde lo de sudar se lo toman en serio.
Sauna finlandesa
Los nórdicos siempre han sido duros, así que sólo ellos podían inventar un sitio al que ir por placer –aunque en realidad en su origen era más cuestión de higiene– en el que la temperatura puede llegar a los 100ºC … Sí, la sauna finlandesa, conocida también como sauna seca –la humedad nunca supera el 20%–, tiene temperaturas que suelen rondar los 80ºC-90ºC.
En Finlandia hay más de 3 millones de saunas para sus 5,4 millones de habitantes y allí es un verdadero ritual y un evento social. Pero cuidado, que sepáis que allí siempre van desnudos, incluso cuando hay extraños. Si sois unos principiantes en esto, en la página oficial de turismo de Finlandia dan unos consejos para los principiantes…
Un sitio “de lujo” donde disfrutar de una buena sauna en Finlandia es el Saunasaari: un verdadero resort montado en una pequeña isla a 15 minutos en barcos de Estocolmo. Algunas otras saunas peculiares: la sauna Rajaportti, en Tampere, la más antigua de Finlandia todavía en funcionamiento; la sauna de humo de Herrankukkaro, en el archipiélago de Turku; o la sauna de hielo de Rukasalonki, en Kuusamo. En Helsinki una de las más tradicionales es la sauna pública de Kotiharjun, en el distrito de Kallio. En la web de turismo de Finlandia encontraréis mucha más información.
Hammam, baño turco o baño árabe
El origen del hammam no se encuentra en Turquía, ni en ningún país del Magreb o de Oriente Medio, de hecho llegó a los países árabe con el Imperio Romano. Pero las termas romanas tampoco fueron un invento de los habitantes de la ciudad eterna: el origen de la práctica termal está en el mundo griego, alrededor del siglo VI a.C. Eso sí, los romanos lo desarrollaron y lo convirtieron en un ritual y en un lugar de encuentro para todas las clases sociales, tradición que prosperó en el mundo árabe. Aunque las técnicas han ido cambiando y varían de país a país –por ejemplo en Turquía respecto a Marruecos–. La temperatura es más baja que en la sauna, ronda los 55ºC, pero hay una humedad que rodea el 100%.
Un sitio espectacular de baño turco es el Cağaloğlu Hamami, en Estambul, el último hammam construido en el Imperio Ottomano, en el siglo XVIII. Marrakech está lleno de baños árabes populares –en uno de ellos entramos nosotros y fue muy curioso, porque éramos los únicos extranjeros– y de lujo, como Les bains de Marrakech.
Baños de cajón: como sudar en Ecuador
Fue en la ciudad ecuatoriana de Baños donde descubrimos los peculiares baños de cajón. Consisten en meterse en un “cajón” de madera en el que entra vapor a altas temperaturas, dejando fuera solamente la cabeza con una toalla alrededor del cuello. Duran unos 5 minutos y se repiten más veces alternándose con baños de agua fría. Todo un descubrimiento… aunque en el momento el chorro de agua fría te deja KO… Nosotros lo hicimos en el Sangay Spa Hotel de Baños.
Onsen y baños de arenas
Los japoneses también son amantes de las altas temperaturas… La gran actividad volcánica en la isla ha hecho posible la existencia y la gran difusión de estos baños termales naturales (y ahora también los hay artificiales). Nosotros los probamos en Hakone y en Aso y nos encantaron. Bañarse en agua a más de 40ºC en otoño, cuando fuera hacía frío, y de noche, mirando las estrellas, fue una experiencia increíble.
En Ibusuki, en la playa de Yunohama, también hay agua termal, pero a más de 80ºC de temperatura, así que ahí no se aprovecha directamente. Lo que se hace es «bañarse» en su caliente arena negra, enterrándose en ella hasta el cuello…
¿El mejor sitio para un onsen? Algunos de los más famosos son los de Geru, Kasatsu y Arima. El de Shibu es curioso porque se está rodeados de monos salvajes.