La primera vez que avistas un animal salvaje en su hábitat natural, sobre todo si se trata de un gran depredador, sientes un cosquilleo que es el resultado de una mezcla de sensaciones: asombro, atracción, miedo, admiración… Suele ser adictivo. En nuestro caso lo es y, siempre que viajamos, uno de nuestros objetivos es hacer safaris en búsqueda de la fauna local. Muchas veces, todo hay que decirlo, son aburridos y el resultado puede no ser el esperado. Pero, en cuanto ves el primer animal, lo olvidas todo y empiezas a disfrutar como un niño. Éstas son nuestras cuatro experiencias favoritas que hemos vivido con animales salvajes y algunos de los mayores depredadores del planeta.
El león en el Serengueti, Tanzania
Uno de nuestros primeros safaris fue en el mítico Parque Nacional Serengueti, en Tanzania. ¿Qué mejor “bautismo” de safari que ése? Ahí tuvimos la suerte de ver la última parte de la famosa migración de los ñúes y, además, los cinco grandes: el elefante, el búfalo, el leopardo, el rinoceronte y el león. Éste último fue justamente el primero con el que nos encontramos. Una hembra de león que estaba justo al lado de nuestro jeep. Seguirían muchos más, entre ellos un grupo de nueve leones que rodeó nuestro coche, una leona comiéndose una jirafa y un par de cachorritos mamando de mamá leona. Nada que ver con los leones de los zoos, ¿no?
Cómo llegar: desde Arusha, en Tanzania, salen muchos tours por los parques nacionales del país. Hay muchísimas agencias en todo el mundo que organizan estos viajes, algunos en estupendos lodges de lujo.
El tigre de Bengala en el Parque Ranthambore, India
Si en el Serengueti raro es no encontrarse con unos cuantos leones, en el Parque Nacional Ranthambore, India, es muy complicado ver un tigre. Su población es cada vez más escasa –por culpa del hombre, por supuesto– y el territorio en el que se mueve muy grande. Por eso, cuando el niño que iba nosotros en el jeep dijo “tiger, tiger!”, creíamos que estaba de broma. Pero no, ahí estaba, un tigre adulto, y enorme, cruzándose por nuestro camino. ¡Hasta los guías parecían sorprendidos!
Cómo llegar: en la zona de Sawai Madhopur, en el Rajastán, hay muchos hoteles, incluso algún jungle resort de lujo, ellos mismos organizan los safaris. La visita al parque está incluida en algún tour por el Rajastán y Agra.
El gran tiburón blanco en Gansbaii, Sudáfrica
Meterte en una jaula y asombrarte con los casi cuatro metros de tiburón blanco que ves a través de los barrotes es una sensación única. Y nosotros quisimos disfrutarla todo lo posible, por ello nos metimos más veces que nadie. Cuando el tiburón vino de frente a la jaula me dio la impresión que me estaba mirando a los ojos, ¿imagináis cómo te hace sentir eso?
Cómo llegar: las excursiones salen de Gansbaii, a unos 260 km de Ciudad del Cabo, ahí también se pueden contratar.
La foca leopardo y la orca en la Antártida
Sí, la orca ya es definida «asesina«–aunque nunca ha atacado a humanos estando en libertad, sólo en las condiciones de estrés que provoca su cautiverio– pero no teníamos ni idea de que el segundo depredador de la Antártida fuera una foca. Esa idea de animalito amable cambió cuando el biólogo del equipo científico que iba a bordo de nuestro crucero por la Antártida nos explicó las técnicas de caza de la foca leopardo. Así que sus ojos dulces esconden un gran cazador.
Cómo llegar: la mayoría de cruceros a la Antártida salen de Ushuaia, Argentina. También hay algunos desde Chile y Nueva Zelanda. En la entrada sobre la Antártida lo explicamos.
¿Otros grandes depredadores que hemos visto en libertad? El tiburón toro en una inmersión en Australia, el leopardo en el Serengueti, la anaconda en los llanos de Venezuela, el cocodrilo en Sudáfrica… ¿Otros que nos encantaría ver? Los osos, sobre todo los polares y los pardos. Esperamos hacerlo muy pronto…