Cada uno tiene su medio de transporte preferido: la velocidad del avión, la libertad del coche, el balanceo del barco… pero a todos nos gustan los trenes, más aún cuando se convierten en auténticos palacios sobre railes. Ya hablamos de los trenes más lujosos de Europa –con dos trenes españoles entre los cinco más lujosos– y los de África. Hoy sólo hablamos de uno de América, del Rocky Mountaineer en Canadá, un tren que según la propia promoción es una experiencia que cambia la vida.
Paisajes del Rocky Mountaineer
El Rocky Mountaineer –siete veces ganador del World’s Leading Travel Experience by Train, nombrado como uno de los mejores viajes del mundo por la National Geographic o una de las mejores experiencias del mundo según Lonely Planet– lleva a sus huéspedes en un lujoso ambiente hasta las montañas Rocosas de Canadá y la región occidental canadiense de Columbia Británica y Alberta pasa a través de los lagos, glaciares, montañas nevadas y cañones de los ríos.
Al tiempo que se disfruta del paisaje por las ventanas, los anfitriones del tren se encargarán de ir dando información a los pasajeros sobre lo que ven, los lugares por los que pasan y la historia del país, al más puro estilo de las charlas en los cruceros a la Antártida. Son seis las rutas disponibles: circulares con salida y llegada a Vancouver a partir de 3.000 euros, o lineales desde Vancouver –una tiene salida en Seattle–. Incluso es posible realizar un costa a costa en Canadá a partir de 3.500 euros.
Actividades disponibles
Pero no se trata de ir en tren, de lujo eso sí, y de aprender curiosidades sobre Canadá, también se sale del vagón y se pueden realizar actividades exclusivas de la zona de como pueden ser paseos en helicóptero o la exploración de glaciares. La experiencia no termina al finalizar el recorrido, porque es posible incluir un crucero por Alaska, bien al final del trayecto o antes de comenzar el viaje en el Rocky Mountaineer.
Categorías en el Rocky Mountaineer
Si bien hablamos de un tren de lujo, existen tres categorías disponibles para los pasajeros, siendo canadiense las hojas de arce tenían que aparecer en algún sitio. Las tres categorías son GoldLeaf Service –hoja de oro–, SilverLeaf Service –hoja de plata– y RedLeaf Service –hoja roja, el color del otoño en Canadá–.
El servicio de oro ofrece coches de dos plantas con ventanales panorámicos en la planta superior que permiten una visión completa desde el suelo hasta el techo –el propio techo es de vidrio– y carta preparada por chefs con estrellas Michelín. El servicio rojo es el más sencillo, sin ventanas panorámicas, y el plata un nivel intermedio, con ventanales pero sin estrellas Michelin.
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